III Campamento parroquial-pavoniano (Vicálvaro-Valladolid)

Bajo el lema "El sueño de Pavoni" nuestra parroquia Santísimo Cristo de la Guía y San Juan de Sahagún, un año más, ha celebrado su campamento de verano para niños y para jóvenes. El lugar, nuestro cole de Valladolid, ha abierto sus puertas a 50 niños y a una veintena de monitores y animadores, en su mayoría del grupo juvenil pavoniano de Madrid. Aunque también todas las comunidades de España en las que los pavonianos estamos presente han estado representadas con alguno de los jóvenes de los diversos grupos juveniles Saiano que existen.

Los sentimientos son muchos y es casi imposible poder expresarlos por escrito. El padre Pavoni ha sido el protagonista de estos cinco días... Comenzábamos con la intriga de saber cuál era su sueño. Él mismo nos emplazaba a descubrirlo nosotros mismos. Así que las formaciones de por la mañana, los talleres, los juegos de agua o nocturnos y otro montón de actividades nos han servido para llegar al último día y descubrir cómo el sueño de Pavoni es... (esperen un poco)

Entrañable fue la noche de miedo (bueno, mejor dicho, el día entero de miedo), la excursión a Salamanca, la velada final... Y, sobre todo, si hay algo por lo que Pavoni ha sonreido y se ha sentido orgulloso durante estos días un poco más de lo normal es por cada uno de los niños y niñas que han participado en esta maravillosa experiencia... Y es que el sueño de Pavoni (al final lo comprendimos todos perfectamente) es cada uno de ellos. El sueño de Pavoni se llama Sofía y Almu y Ariadna y Ángel y Ainara y Michael y... cada uno de los niños que han descubierto en Pavoni, durante este campamento, a una gran persona y a un mejor amigo...

Agradecemos a Dios la posibilidad y la oportunidad de disfrutar de lo lindo. Los niños (¡ojo, monitores y animadores!) son expertos en el arte de soñar... Si soñáramos más a menudo, como ellos, descubriríamos que la vida es bella y que los problemas quedan eclipsados por un corazón grande, lleno de pasión, de amor, de perdón, de inocencia, de paz...

Gracias, Señor, gracias Pavoni, gracias niños, gracias monitores y animadores... La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante; eso lo entendió y lo llevo a la práctica Ludovico... Sigamos como Pavoni, como los niños, soñando y despertando, soñando y comprometiéndonos, soñando y, en definitiva, viviendo...