Fueron 6 días en los que pudimos experimentar la alegría, ternura y bondad de Dios.

VACACIONES RECREATIVAS EN BOGOTÁ

También En Bogotá, en la última semana de junio, los niños pudieron disfrutar un año más de las Vacaciones recreativas, que siempre realizamos aprovechando las vacaciones de mitad del año escolar.

Muchos niños de la parroquia también eligen esas fechas para ir con sus papás a otras ciudades o al campo para visitar a sus familiares, por eso las Jornadas de recreación de este año no tuvieron mucha acogida, pero de todas formas los que vinieron se lo pasaron muy “requetechévere”.

Y es que para animar a unos 30 niños y niñas contábamos con unos 12 monitores que desde la mañanita nos reuníamos con el p. Daniel para hacer un momento de oración, formación y preparación de los talleres. Claro que algún día también lo dedicamos a hacer barra a nuestra querida selección de Colombia que mereció estar en cuartos de final.

Después nos íbamos a casa a almorzar y descansar un poquito y a las 2 p.m. ya estábamos de nuevo en el templo parroquial para animar a los niños. Cabe decir que la ampliación de nuestro templo nos fue de gran ayuda para realizar nuestra misión, pues estamos en temporada de lluvias y ese espacio fue un gran refugio para todos nosotros.

Por la tarde, con los chiquillos, siempre comenzábamos con una oración que incluía la lectura y explicación de una de las vocaciones de la Biblia y después nos inventábamos todo tipo de juegos y dinámicas para que los niños estuvieran alegres y felices. Incluso un día llevamos a los niños de paseo a un parque cercano llamado Cantarranas y gracias a Dios, que nos concedió un día soleado, los niños disfrutaron muchísimo. Además todos los días les dábamos un pequeño refrigerio que ellos agradecían con su sonrisa y sus abrazos; y el último día les dimos unas pequeñas premiaciones que los niños esperaban ansiosamente.

En fin, fueron 6 días en los que pudimos experimentar la alegría, ternura y bondad de Dios. Cuando te decides a optar por Cristo entregando con generosidad algo de tu tiempo y capacidades al servicio de los niños, siempre es mucho más lo que recibes que lo que das y Dios, en esos días nos ha concedido mucha paz, alegría e inocencia.

Bendito sea el Señor por todo lo que nos regala cada día.