El sábado 9 de marzo la FP de Cáceres organizó una peregrinación a la Virgen de la Montaña

Queríamos poner en manos de María el próximo Capítulo general y el camino de este año en que estamos preparándolo. Fue un momento intenso y significativo: rezamos juntos por todas las comunidades pavonianas y tomamos conciencia de que cada uno de nosotros puede hacer algo para que nuestro entorno sea más familiar y más pavoniano. Durante la subida tuvimos oportunidad de pensar y comentar aquellos aspectos que frenan la vida de nuestras familias, trabajos, grupos; todo eso que nos impide ser felices y comprometernos más con los problemas de la gente. Ya arriba hicimos un gran panel con todo lo que deseamos cambiar y pedimos fuerza para dar los pasos necesarios. Los jóvenes y niños nos ayudaron en nuestra reflexión con una representación sencilla sobre los valores y la felicidad. Religiosos y laicos, junto con algunos familiares y amigos, recordamos cuánto significó para el padre Pavoni la figura de María, Madre de San Bernabé y Madre de nuestras casas. Una vez más sentimos que para cada uno de nosotros Pavoni es más que un nombre: es una vida, una referencia que nos enseña a seguir a Jesús, a enamorarnos de la vida y a construir un espacio de amistad y de familia entre nosotros y allí donde estamos. El camino sigue, siempre hacia delante, porque creemos en los jóvenes y queremos darles el testimonio de una vida de fe, honesta y sensibilizada con los problemas del mundo. Siempre hacia delante, porque queremos estar cerca de los jóvenes y los niños para ayudarles a sacar lo mejor que tienen dentro. Nos sentimos afortunados por contar con ellos, queremos disfrutar con su alegría y aprender de ellos lo mucho que tienen que enseñarnos.

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